Pasar el día de la hispanidad en china te hace ser mas spanish. Quizás por eso, y tras haber odiado a muerte a la tontaina que en la recepción intentó hacer de interprete, sin que nadie se lo pidiese, con ese acento de torrelodones, nos hicimos amigas de Pilar, una chica bastante estupenda (toda ella) que flipaba ella sola y unía el placer de viajar, con el de comprar.
De mayor yo quiero ser como ella.
Nos tomamos unas cervecitas celebrando su santo y nos vendio Shangay bastante bien, dándonos direcciones útiles, precios útiles, y la comparacion de Shangay con New York, nos dejo en un primer momentos anonadadas, y con muchas ganas de llegar; eso que a mi que no me gustan las grandes ciudades y mas bien me tiro por los pequeños ping-yaos, con sus equilibristas precoces y sus paseos en bici o montañas de la bola del drac con sus ríos. La verdad es que nos hizo soñar con la ciudad mas moderna de la China capuchina.
Detalle del hostel.Bar restaurante. Noodels con tomates deliciosos.
En un primer momento, se me ocurrió decirle que pidiese agua en la recepción, que el paladar era para toda la vida y que no era momento de agujerearlo tontamente, pero viendo las canas que adornaban sus sienes, decidí que era grande y que había que dejarle , que parecía que a el le gustaban de aquel modo.
Pepito era más o menos, un tío Antonio a lo peruano,bajito , entrado en carnes y con los pantalones subidos hasta el sobaco. El pelo lo llevaba tintado rojito. En principio nos dió miedo pero luego conquistó nuestro corazoncito.
Nathalie una chica alemana era la segunda roommate, curiosamente Nathalie había compartido la furgoneta con nosotras en el viaje a la Muralla China. Un Chino que dormía con la cabeza totalmente en vertical completaba el grupito.
Empecé a conciliar el sueño cuando Pepito empezó a roncar como un oso en una osera(las semejanzas con el tío Antonio se ponían de manifiesto). Mis nervios se pusieron de nuevo en marcha. Conciliar el sueño era cada vez mas imposible. Solo tenia oídos para esos ronquidos. Después de dar 100 vueltas en la cama se me ocurrió dar una patadita a la cama de Pepito. Al principio me sentía un poco mal, y él seguía durmiendo y por ende roncando. Tras esta patadita de prueba hubo otra un poco mas fuerte y tras la definitiva Pepito cambio de postura y gracias al santisimo dejó de roncar. Sonreí y desee que morfeo me acogiese en su seno.
Detalle 3 del hostel Patio interior peacefull
Cuando yo creía que todo había pasado, el chino se levantó y empezó a recitar unos versos en chino, tras un estruendo abrió la puerta ,me imagino que para ir al aseo , el muy listo dejó entrar a un gato blanco esquelético hecho harina, que rondaba por el hostel.
El gato empezó a dar vueltas por la habitación. Mi cansancio acumulado y mi horror por ese gato en particular no me dejaban levantarme para abrir la puerta y echar al gato. Pensé que el tontaina del chino debería hacerlo cuando volviese. Así que sin dormir, esperaba al chino y de reojo controlaba donde estaba el gato.
Entre esas estaba, cuando el gato ni corto ni perezoso se lanzó a la cama de la alemana, Nathalie se despertó sobresaltada, ante el salto del gato directo a su almohadón , la pobre estaba totalmente perdida, se hizo hacia abajo y dejo que el gato se acomodara.
Yo veía a la alemana confusa y me daba la risa, pero tenia mucho sueño y se me cerraban los ojos. Tras abrirlos y volver a cerrarlos vi que la alemana había capitulado. Dormía en diagonal en lo que quedaba de cama. El gato estaba en el almohadón sin dar guerra. Por fin.Ya se podía dormir .
El hostel mu chino, mu bonito y mu peacefull !!!