Dia 5: Xian:La muchedumbre, el humo,las bicis,las motos, abanderadas, la publicidad, las torres, los taxistas



Tras las deliciosas bananas cake-crepes y la botellita de agua for free (China mu avispada) dejamos atrás Pin-yao y nos dirigimos rumbo a Xian con la firme misión de ver la armada de terracota.

Para ir a Xian , nos tuvimos que levantar temprano, un taxi nos estaba esperando , a nosotras y a los belgas-holandeses que estaban con nosotras en la casa china con encanto y que al igual que nosotras optaron por esta opción en vez de continuar en tren. La opción era coger un taxi que te lleva a la autovía donde se puede coger el autobús.

Los belgas son, todos ellos, conductores de trenes que han decido ver esta parte del mundo durante cinco meses, llevan a un enano de plástico, regalo de uno que no va al viaje y le van haciendo fotos con todos los monumentos y sitios de interés, nos hacemos una foto con el enano, y se lo aguanto un poco mientras esperamos el autobús. Pesa bastante.
El viaje de infarto, ya todo un clásico a estas alturas, pitorrazos y camiones cargados hasta los topes de detodo, incluso avistamiento de uno accidentado en medio de la carretera y en el suelo unas bobinas de papel. Todo permitido por aquí también, conducir por la derecha o la izquierda , o por el arcén. Cosas positivas: el viaje se realiza por una autovía de pago, por lo que gracias a diox no hay mucho trafico.Escupidero gigante al lado del conductor.
Mucha niebla, luz gris, y tras los inmensos campos de algodón y paisaje variando de la llanura total de ping-yao a unas montañas bastante guapas con rio con mucho lodo incluido.

Llegamos a Xian, primera impresión de la ciudad fatal, mucho de todo, mucho chino sucio y feo, en el autobús flipamos viendo como en la calles había cantidad de chinas con banderas y bandas cruzadas, llevando pancartas en chino royo manifestación, creemos que es publicidad.

En la estación de autobuses autóctonos están esperando a los belgas para llevarlos a un hostel, ya somos parte esencial del grupo así que nos vamos con ellos.
PS. Odio, o bien si soy sincera, envidio, a todo el mundo, franceses o no franceses, que se pegan viajes de meses.

PS2. Requeteodio a los que después de la China todavía continúan y se van hacia el sur.
PS3. También me repatean los que han venido en el transiberiano.